
¡Oh glorioso soldado romano, que fuiste de Dios conferido a cumplir el don de la caridad! Por las pruebas más grandes a que fuiste sometido por el Señor. yo te pido de todo corazón que combatas la miseria de mi casa,que la caridad de tu Alma me siga a dondequiera que vaya. Que tu espada milagrosa destierre los maleficios en mi vida y que las herraduras de tu brioso corcel me proporcionen suerte en todos mis negocios. ¡Oh...