Te adoro en el Santísimo Sacramento:
Oh Jesús, Maestro Mío;
siento que hoy las cosas
no marchan bien para mí.
no marchan bien para mí.
Me parece que pierdo el valor
y me invade la tristeza...
y me invade la tristeza...
Por eso vengo a confiarte mi pena,
a ofrecértela sobre todo,
para unirla a tu Cruz dolorosa,
para unirla a tu Cruz dolorosa,
y que eso sirva
para purificarme de mis faltas;
para purificarme de mis faltas;
quizás también un poco
para salvar el mundo...
para salvar el mundo...
Tú me conoces bien, Señor.
Tú me comprendes, Señor.
Es bueno saber
que has venido a esta tierra para perdonar,
para ayudar a los que se sienten
débiles y cansados.
que has venido a esta tierra para perdonar,
para ayudar a los que se sienten
débiles y cansados.
Pues, bien lo sé,
es preciso no dejarse abatir.
es preciso no dejarse abatir.
No es digno de un cristiano
salvado por Tu hijo,
salvado por Tu hijo,
de un Padre lleno de ternura por todos.
No es digno tampoco de un ser humano
que esté decidido a realizar algo.
Jesús resucitado:
Vuelvo a confiar en Ti y en mí.
Amén.
Rezar el Credo.
Amén.
Rezar el Credo.
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