Poderosísimo José, esposo de María,
preceptor y padre legal de Jesús,
protector y amparo de la Iglesia
y de todos vuestros devotos:
Pues sois Santo sin igual
y del mismo Dios amado,
sed José nuestro abogado
en esta vida mortal.
y del mismo Dios amado,
sed José nuestro abogado
en esta vida mortal.
Vuestra Santidad declara
aquel caso soberano,
cuando en vuestra Santa mano
floreció la seca vara,
pues porque nadie dudara
hizo el Cielo esta señal.
aquel caso soberano,
cuando en vuestra Santa mano
floreció la seca vara,
pues porque nadie dudara
hizo el Cielo esta señal.
Arrodillados a vuestros pies
os pedimos humildemente
nos alcancéis del Señor la gracia urgente,
que os pedimos con devoción:
(hacer aquí la petición)
También os pedimos ayuda
para reformar nuestra vida,
para reformar nuestra vida,
purificar nuestra alma,
prevenir nuestra muerte
y asegurarnos dichosa eternidad.
Allá estáis vos, como abogado
de todos los pecadores,
alcanzando mil favores
de todos los pecadores,
alcanzando mil favores
al que os llama atribulado,
y ninguno desconsolado
salió de vuestro favor
y ninguno desconsolado
salió de vuestro favor
Amén.
Rezar Siete Padrenuestros, siete Ave Marías,
siete Glorias.
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